O al menos me concentra y me mantiene en el taller sin deseos de lanzarme al sol de la calle. Hay un castillito que el viento está intentando extraer de las orillas de la marisma con violencia. En mi humilde morada existe lo que deseo. Las lecturas, el taller con sus herramientas, la conexión adsl, vicios en los armarios para no dejar de comer, un montón de material escolar y Yo.
Mi cabeza, mis ideas, las ilusiones y los sueños no dejan que la desidia se acerque muchas veces.
Y es tan agradable también ser indolente e irresponsable, sin norma...



Por eso he retozado en la cama. Se supone que estoy enfermita y no he parado quieta estos días, creo que hago demasiadas cosas y ni los antibioticos tumban esa energía innata que he tenido siempre.
Pues la lluvia sí, me ha hecho reflexionar y perder más de una hora en la contemplación y también en la autocontemplación. Un poco de música, hacer la tonta y comprobar que si te pones coqueta para salir a tomar algo después de un día de trabajo y no te lavas la cara antes de dormir, te despiertas como una muñeca de cera.



Lo inevitable ha vuelto. Faldas con ondas y sandalias de tacón.
Es la consecuencia de las avenidas repletas de rosas estalladas y los jazmines blancos que plantan mis vecinos en sus adosados. Todos queremos acompañar al cautivador tono de la primavera. Yo también, por eso amo la lluvia. Alguna causa natural que yo no controle ha de poner freno a ésto. El calor me suele complicar ciertos aspectos de la existencia, y al olor de la sangre alterada las más bellas bestias o alimañas desalmadas se alertan.
Es una turbación confusa.
Por eso me recojo y desayuno con orden lo mismo de siempre y leo poemas de Bukowsky a santo de estos versos que me envió Elba ayer, y también porque un chico generoso que en aquel momento me debió querer, me regaló su poesía completa. Y avanzo la mañana con intensidad.
El resto, mi taller.
Lo que quedaba del día lo he consumido en el taller.
Me gustan los días así. Las piezas que hoy he fabricado son free-style, o mi esencia. Irán a Pamplona, a Chonbag, y otras las expondré en los bajos de la Concha el 30 de mayo.
Mi alegría del día es este micro-ring.
Mañana lo veis en http://www.yojoyita.blogspot.com/ y seguro que también relato lo que he disfrutado hoy trabajando.





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