Mucho Verano
Todo me sabe infinitoHoy ha sido el primer baño del verano, ando muy tarde, la verdad, bastante; perezosa y friolera.
Pero ya se sabe que todo es empezar a rodar, el mar es inmenso y necesario; cuando no lo ves la pena te ataca y si lo ves y te ataca, es más dulce el bálsamo de las mareas.
A mí El Puntal me da la vida.
Y me gusta que casi todo el mundo pase de largo. La casa que está en venta cubierta de hiedra forma parte de la atracción turística, las personas se paran observan especulan sueñan su jardín sus vistas y terrazas. El verano pasado invertí horas y horas observando la tediosa y lenta pesca de la dorada de un calibre superior, actividad que deja tiempo para todo lo demás, andar en rollers, dibujar, leer, baños y mirar a los paseantes, ver gente pasar, fragmentos de conversaciones, estilismos variados..
Verano y color
Una de las tardes de junio con marea baja en El Puntal.
Podría decirse que soy de costumbres, desde muy pequeña ya en la ría con el retén pescando kiskillas, mi madre se despreocupaba de mí, me ponía un gorro y me untaba en cremas y me soltaba libre y cuando había marea baja siempre cogía más pero el baño era más difícil, las rocas me han dado siempre igual, pero los cortes... Sólo el accidente en sí, visualizarlo... no sé porque me da por estas cosas a veces de maneras de morir.
Six Feet Under me entusiasmaba sólo por el hecho de que a cada capítulo diera paso previo a los títulos de crédito, una muerte siempre distinta y rocambolesca.
Pero yo hablaba del verano y el mar.
Aquí nos pasamos la vida angustiados por el tiempo, siempre poniendo en tela de juicio al rico verano Kantauri, que pide sudadera con capucha al atardecer en las playas. Entonces te pones el pareo de manta, cuando cae el sol y los pensamientos vuelan al horizonte y es casi hipnótico, te mece y te arrulla..
Todos merecemos haber dormido una noche en la playa con un amante.
Ya ves qué rápido se me han pasado las ganas de morir.
Es algo bello, la piel fría de anfibios de verano desnudos bajo una manta y la oscuridad que deja paso a una bruma lechosa, la claridad se despereza alzándose hacia el zenith del amanecer colmado de mar y sal, cuando estalla el despertar de gaviotas y espuma sobre las cabezas, aún ebrias en el regazo estival.
Empoderada por un Simple Anillo (que no es mío)
No sé qué materia bautismal residual no me ha filtrado bien el coco, yo el primer baño me lo tomo como un ritual. Entonces, las joyas que me gustan conmigo al agua. Todo ha de pasar por la pila de la bahía.
Y mañana la noche de San Juan.
Va a ser, sospecho, maravillosa.
Tras comenzar el año con nubes negras, tristes y feas en nuestro tejado, el verano quiere ser amable, incluso al caer el ocaso.






No hay comentarios:
Publicar un comentario