No sabía lo que me faltaba
porque el desconocimiento
de la belleza
evita muchos problemas.
Delicias tan efímeras.
Dónde dormiré mañana,
que ya es primavera
y el frío no es notable.
No
en tu corazón cantábrico
de mareas vivas
y peces de oro.
Ha entrado viento
por el noroeste,
las algas trenzan tu cintura
y devuelven al mar
lo que yo quise mío.
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