Mi ángel de la guarda
Nunca lo había sacado del taller, me lo puse el viernes por la tarde, perdí algo importante que recuperé a la mañana siguiente intacto. Y era mi despiste, mi ángel de frío metal con memoria de niña.
La aventura de ser peatona
Hay lugares a los que el acceso es casi exclusivo a automovilistas y que a las damas nos sitúan en una suerte de La Junquera con esos coches y camiones a tu vera en el arcén...
Siempre me quedará El Puntal
Yo no guardo más que recuerdos, cuadernos, libros y joyas (algunas elegidas,la mayoría las termino regalando). Y mucho arranque.
La joyería me permite expresar mi actitud ante las cosas y personas.
Y el colofón final
Voy a acompañar a D un poquito en su peregrinar...
Me voy a Estella (...qué bella...)
Mañana ya verás...







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