Said n' Done: Ritual de lo Habitual. Jeweller Stone meets Maldarranas

La Caja Poética de Regina

"U" me dijo que tenía un detalle para mí, no es nada nuevo porque siempre lo tiene y no sólo uno. Aunque ésto me pilló por sorpresa.

Ya había visto las cajas poéticas de Regina en Facebook y me entusiasmaron, me pareció una idea preciosa y sencilla llena de emoción.

Y así me puse, de los nervios cuando "U" m dijo que era algo que había hecho Regina para mí. No me lo imaginaba ni me lo esperaba y pillarme a mí en la sorpresa no suele ser fácil, me lo huelo todo, y cuando algo así pasa no sé cómo comportarme. Así que la caja la abrí muy espectante y debido a la emoción de primeras sólo ví el dorado, vidrios facetados sobre él y una especie de alga plasticosa con aspecto muy marino.

Y un anillo en un dedo. ¡Un anillo! Soy yo, qué alboroto.

Las manos, las joyas, las algas marinas.

Y dentro una roca volcánica de un lejano y frío país, llena de brillantitos de color baño de Sol coronada por una fina alga de ramas ondulantes.

Yo me muero.

Dos días sin poder subir a Jaizkibel con mi caja. Por fín nos vamos las dos. La meto en una caja transparente y a la bolsa y yo a la bici, pedaleo hasta el puerto y me meto por el sendero que pasa por Asturiaga y sube al Faro de Higer.

Aún estoy en la parte sombría, porque el sol está declinando, pero en cuanto gire al faro me cegará la luz, porque allí no hay impedimento y la tarde se dilata en el horizonte hasta que El Gran Dorado se sumerge lentamente en él.

El camino amarillo tantas veces ya andado, sigue siendo una delicia y yo voy a velocidad de crucero sobre la arenisca de oro hacia mi Oz personal, unas veces a pleno sol y otras entre el bosque de pinos ensortijados por la inclemencia del viento en esa cara de la montaña.

Ya veo Maldarranas.

Baños de sol, de agua dulce y salada.

Así como la montaña destila el agua de las tormentas de verano, mi cuerpo también se licua por el calor y me fundo con el líquido elemento del caño, agua de la fuente clara que contrasta con la tibieza del mar donde finalmente me diluyo.

The Sea is The Precious Blue Stone of Summer

Pensar en esta cala al ver mi caja poética no es de extrañar. Lleva sus algas y su luz, la rudeza de la piedra abrupta.

Qué me inspira... Nunca lo sé, pero supongo que las formas, los contrastes de la materia con el vacío, las diferentes luces del día, esas algas que me rozan y a veces me asustan, el misterio de no saber que hay bajo tus pies y la ingravidez de las olas.

El sol es una bola de fuego sobre la línea del mar, deja su reflejo de oro posado sobre la tarde y el corazón.

Y nos regala colores pasteles, contraluces oníricos. Sin prisa, nos despide a lo largo del camino de vuelta.

A veces es sobrecogedor.

El Gran Dorado queda ya a espaldas, pero no me quiero girar y ser estatua de sal, al frente ya el faro y Francia, The Big Blue, la cornisa azul y sus luciérnagas a la orilla.