Que a veces yo hago cosas y pruebas a modo de estudio, porque algo me habrá quedado de cuatro años de marketing, así que voy probando y analizando el funcionamiento de las cosas. En este caso de las redes sociales
Anoche volví a sacar a la palestra fotos de Facebook. No hay más que darle al famoso Me Gusta y enseguida alguien verá tu acción y comienza el dominó.
La que más ha molado de las que me autogusté es ésta:
Quiero pensar que tengo una madre preciosa y que no es por el rollo tradicional de la familia. Porque de las fotos que elegí sé que al señor Albás, director de ese lugar opusiano donde estudié Marketing, ésta es la que más le hubiese gustado también.
Si no aparecía la figura de la familia como gran protagonista en tu tesis final, no tenias nada que hacer, no había licenciatura.
Yo no hice la tesis.
A él le encantaba un anuncio ajado de Heno de Pravia, con madre rubia y lacia y querubines por hijos. No quiero ni pensar en su oscura mente.
La que no le hubiera gustado nada sería ésta que colgué de Instagram sin ninguna etiqueta, muerta tras el MoonSafari que hice por ahí perdida.
Es mi ombligo. Y llevo unas bragas color carne y a mí la foto me gusta. Quería ver qué pasaba.
Muchas veces oigo que Instagram està petado de fotos súper provocadoras, semi pornos, el demonio y tal. Yo apenas veo nada al respecto en esa red, que tengo que decir que me lo paso pipa, porque hay un montón de joyeros y artesanos o artistas que hacen cosas muy interesantes. A través de Instagram descubro cosas que me inspiran y me sirven mucho. Es cierto que de vez en cuando un seguidor tuyo es una falsa cuenta que te lleva a una página porno o cosas de estas. Pero ya tenemos edad para elegir por dónde andamos.
El caso es que la foto de mi ombligo, ha pasado bien desapercibida, exceptuando algunos que me lo han mirado, a los cuales agradezco el detalle. Estoy encima de un libro de Joseph Conrad, que estoy tratando de leer, entre tanto quehacer....
Habla de un anarquista español, y creo, que por fín leeré ese relato esta noche.
De momento he dejado de perseguir la luna y he terminado una joya de esas que me oprimen hasta que están conclusas.
Puedo sacar un ratito de lectura.
Ciao bambinos!
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